Reseña: Los diarios de Cereza #1 El zoo petrificado, de Joris Chamblain y Aurelie Neyret

Joris Chamblain y Aurelie Neyret | Alfaguara | 2017 | 84 págs | Serie Los diarios de Cereza | Cómic infantil



Érase una vez...
Cuando era pequeña, hice la promesa de que si un día tenía un diario, comenzaría como este.
Érase una vez... ¡Cereza!
Tengo diez años y medio y mi sueño es llegar a ser escritora. Mi truco para contar historias es observar a las personas, imaginar sus vidas, sus secretos...
Todos tenemos un secreto escondido que no contamos a nadie, que nos hace ser lo que somos. Últimamente, con Lina y Érika, hemos estado observando a alguien realmente misterioso...

Estamos ante uno de los cómics infantiles más famosos de los últimos años. Lo he visto mil veces en librerías y en redes sociales, y a pesar de estar dirigido a un público infantil, mi intención era leerlo desde el principio. 

Historia y dibujo convergen en un resultado original, que desprende una sensibilidad y una emoción abrumadora. Despertará sentimientos en público de todas las edades. La mezcla de formato cómic y formato de álbum de fotos o diario funciona muy bien porque logra un resultado cercano y ameno, así como la inclusión de dibujos realizados por Cereza en medio de las viñetas. 

Como decía, por un lado la historia logra emocionar porque nos presenta a un personaje anciano, Miguel Angel, cuyo sueño se vio truncado años atrás. Su meta es ayudar a los demás, pero a la vez verá que los demás también le ayudan a él para que cumpla su sueño de ver el zoo lleno de vida. El arte y la pintura ayudarán a estos personajes a dar vida a los animales. Los personajes infantiles, liderados por Cereza, ayudarán al hombre sin pensarlo. Pero antes de eso, la historia adquiere cierto aire detectivesco cuando intentan saber qué es lo que esconde Miguel Angel y van de tienda en tienda intentando recabar información sobre sus actividades. En ese aspecto, es muy ágil porque logra crear interés, y posteriormente sorpresa. La madre de Cereza también merece una mención, y es que le da un punto de nostalgia a la historia cuando recuerda parte de su infancia, y así logra comprender a su hija. 


Por otra parte, tenemos un dibujo que logra dotar a la historia de ternura con unos marcos de viñetas difuminados, unos colores cálidos y suaves, predominando el color cereza de la protagonista y un trazo fino que apenas se nota. Los escenarios y el diseño de los personajes no tienen pérdida. Derrochan creatividad y nos transportan a un mundo propio, lleno de vida y de sueño, a la infancia, donde los seres humanos somos más imaginativos y todo es posible.


En resumen, una serie que sin duda seguiré. Aunque se lee en un suspiro, se pasa un muy buen rato y desconectaremos de nuestros problemas para acompañar a Cereza en sus aventuras. 



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