Reseña: El marido de mi hermano, de Gengoroh Tagame

Gengoroh Tagame | Panini Comics | 360 págs | 2019 | Serie 

Yaichi es un padre divorciado japonés muy tradicional y conservador que vive junto a su hija Kana en un barrio de Tokio. A su casa llega Mike Flanagan, un corpulento canadiense que resulta ser el marido de Ryôji, el hermano gemelo de Yaichi que acaba de fallecer. Mientras que la pequeña Kana acepta inmediatamente la situación, la convivencia entre los dos adultos resulta muy incómoda debido a ciertas conductas homofóbicas de Yaichi y el choque cultural que sufre Mike. Sin embargo, pronto descubrirán lo que significa de verdad ser una familia.

Para mi, este manga ha sido una de las sorpresas del año (no lo conocía) y pasa a ser una de mis mejores lecturas.

Comentar todos los detalles de este manga es imposible porque no quiero desvelaros el encanto, que es leerlo sin saber nada, pero desde ya os digo que es una obra entrañable y totalmente necesaria. Podemos observar como la niña adora a su tío desde el primer momento en que lo conoce, sin ningún tipo de prejuicio, mientras que el padre tiene cierto rechazo a que su cuñado viva en casa y se siente incómodo porque es gay. Al contrario que su hija, su cabeza está llena de prejuicios y de homofobia. 

Uno de los puentes fuertes del manga es que muestra una evolución espectacular de Yaichi, el personaje principal. Empieza siendo la típica persona que no se considera homófoba pero tiene los pensamientos de ''yo no son homófobo, pero...''. Vamos viendo como va parando ese tipo de pensamientos y él mismo se da cuenta de que está mal, por lo que se deconstruye. El autor lo plasma muy bien contraponiendo sus pensamientos con lo que realmente dice después.

El autor también juega mucho con la presencia del hermano fallecido, y nos ofrece un poco de drama sobre el sentimiento de arrepentimiento de Yaishi de haber cortado la relación con su hermano. También podemos ver como la homofobia está bastante presente en la sociedad japonesa a través de los padres del colegio. Una cosa que se plasma muy bien es que los niños no tienen esos prejuicios, son los padres los que los inculcan.

El dibujo es muy bonito. El autor tiene un estilo bastante identificable porque dibuja a unos hombres muy masculinos. No obstante, no juega con el estereotipo, lo evita. En el caso de Mike, personaje que aparenta muy varonil, muy grandote, con mucho pelo y músculos, resulta ser super cuqui y sensible.

En resumen, es un manga con alma. Los personajes te conquistan totalmente y logran que vivas el sufrimiento de cada uno y te identifiques con ellos. Además, como plus, el autor hace unos capítulos que se llaman 'Curso de cultura gay con Mike', donde nos enseña un poco de historia del colectivo.