Reseña: Tokyo Ghoul (#1- #14), de Sui Ishida

julio 18, 2019
Sui Ishida | Norma Editorial | 14 tomos (cerrada) 

Tokyo Ghoul es el último manga que he leído, y la primera serie que acabo. La verdad es que he empezado muy bien en el terreno manga, porque esta serie me ha parecido impresionante. 




Como muchos sabréis, la historia de Tokyo Ghoul se desarrolla en un mundo donde conviven los humanos y los ghouls, unos seres con apariencia humana que viven entre los humanos pero se alimentan de estos. Por lo que esta sociedad se basa en la lucha entre ambos seres, unos intentan sobrevivir a los asesinatos de los ghouls y los otros intentan hacerlo alimentándose de los humanos. En la lucha de los humanos por combatir a los ghouls, existe el llamado CCG, los inspectores que se ocupan de exterminarlos. Nuestro protagonista es Ken Kaneki, un chaval adolescente normal y corriente que un buen día es atacado por una ghoul y sobrevive porque a esta le caen unas vigas encima y muere. Sin embargo, Kaneki despierta en el hospital con unos órganos que no son los suyos, sino los de la ghoul que lo atacó...


Este manga resulta muy interesante por el gran mundo y ambientación que Sui Ishida ha creado y por el gran debate moral que crea en el lector, pues no hay ni buenos ni malos. También nos presenta a un personaje bastante trágico, que es Kaneki, porque se queda encerrado en esos dos mundos. Kaneki sufrirá un arco de transformación muy impresionante a lo largo de los 14 tomos. Este aspecto ha sido una de las cosas que más me han gustado. En cada tomo aparecen personajes nuevos que aportan nuevas intrigas y nuevos conflictos, y nunca están de más, sino que se desarrollan de una forma perfecta, estando todos muy bien dibujados y desarrollados. Personalmente, el personaje que más me ha calado ha sido Touka porque me ha encantado su personalidad. Otra relación que me ha resultado muy interesante es la de Akira y Amon (los shippeaba fuerte, para qué mentir).


El autor sabe combinar misterio, gore, intriga y también logra emocionar y crear vínculos con los personajes. Todo junto a una forma de narrar muy correcta, con un ritmo perfecto y con unos cliffhangers bien distribuidos. Por supuesto, no me puedo olvidar del dibujo. Le aporta a la historia una atmósfera oscura, con unos trazos gruesos y muchos claroscuros y detallismo. Me han encantado esos planos generales de la ciudad, de los edificios... Las portadas son cosa aparte, vaya obras de arte.




En definitiva, es un manga que os recomiendo muchísimo, por sus personajes y por su trama. Engancha tanto que no vais a poder leer otra cosa antes de acabar los 14 tomos.




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