Reseña: Penny Lucky, de Ananth Hirsh y Yuko Ota

octubre 01, 2019
Ananth Hirsh (guionista) y Yuko Ota (dibujante) | Ediciones Babylon | 208 páginas | Cómic americano | Humor | Tapa blanda con solapas | 16,95 € | Blanco y negro | 2016




Ha perdido su trabajo. Y su piso. El mismo día. Pero no pasa nada, su amiga tiene un acogedor trastero en el que puede quedarse. Y seguro que en la lavandería del barrio hay buenas oportunidades laborales… ¡No hay más que ver lo rápido que ha llegado a la dirección ese niño de doce años que hay al frente del negocio! Además, el chico del centro cívico es un encanto y quizá Penny pueda incluso tener una conversación con él sin ser una idiota integral. 
No hay duda de que Penny es capaz de convertirse en una auténtica adulta responsable y, si lo consigue, ¡su suerte tiene que cambiar! 
¿Verdad?


Lo primero de todo es darle las gracias a la editorial por enviarme el ejemplar!

Lucky Penny es un cómic que me ha resultado como una mezcla entre manga y cómic americano (estilo Giant Days) , por el dibujo en blanco y negro y por el diseño de los personajes expresivos y simpáticos. 

Nuestra protagonista es Penny, una chica que al contrario de lo que nos indica el título, muy buena suerte no tiene: se queda sin trabajo y sin piso, de ahí cuesta abajo y sin frenos. El camino de Penny a convertirse en adulta no será nada fácil, y así se presenta. Es un tratamiento muy actual de la juventud (los que no son ni adolescentes ni adultos) y su intento de ser responsables, de actuar con madurez y de sacarse las castañas del fuego por su cuenta. Creo que muchos lectores pueden verte reflejados en las situaciones que le ocurren a la protagonista.

Lo guay de este cómic es que las desventuras de la protagonista son cómicas y nos sacan una sonrisa. En parte eso está conseguido por los personajes y sus personalidades tan bien construidas. Penny es desastre, optimista a pesar de todo, inocente. Walter es tímido, un poco inseguro pero con muy buen corazón y siempre con ganas de ayudar. Y como antagonista tenemos a David, un niño que le guarda rencor a Penny por algún motivo y que es bastante tirano. Y eso le añade un punto cómico al relato. 


La historia se ejecuta de forma dinámica, divertida y mientras lo leía tenía la sensación de estar leyendo algo auténtico, fresco y adorable. El dibujo en blanco y negro de Yuko Ota bebe mucho del manga, pero como decía antes, también me ha recordado un poco al cómic americano. Funciona porque tiene una textura cercana a la acuarela, y está ejecutado con mucho detalle, tanto fondos como rostros. 


En resumen, os recomiendo este cómic si queréis leer algo divertido, cercano a la vida real pero con bastante ficción.

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