Adquisiciones Feria del libro

¡Hola lectores! La semana pasada finalizó la feria del libro de Valencia, y como no, fue una experiencia mágica. Todos los años acudo uno o dos días porque me parece super especial pasear entre todas las casetas llenas de libros y respirar el gran ambiente que hay. Este año mis adquisiciones han sido en total tres, y he tenido la suerte de que las dos autoras firmaran mi ejemplar.

El final de todos los agostos, de Alfonso Casas: A menudo el pasado deja cabos sueltos, asuntos por resolver, interrogantes que persiguen nuestro futuro. Esto es lo que le ocurre al protagonista de este libro, Dani. Justo antes de casarse, con el pretexto de un proyecto fotográfico sobre el paso del tiempo, viaja al pueblo costero donde solía veranear durante su infancia. Un lugar que hace veinte años que no pisa y que, a medida que avanza la historia, va revelando la importancia que adquirió en su vida, porque allí descubrió, entre otras muchas cosas, el profundo significado de la amistad. El viaje físico, pero sobre todo interior, que emprende Dani para tratar de dar respuesta a esa martilleante pregunta: «¿Y si…?» se articula en una historia conmovedora, dotada de una ternura excepcional, que aviva en nosotros la nostalgia por todo aquello que dejamos atrás.
Somos las nietas de las brujas que no pudisteis quemar, de Ame Soler (Tres Voltes Rebel): «Nunca he encajado en los esquemas que la sociedad ha construido para ser una chica perfecta. Desde pequeña me despeinaba de manera asombrosamente fácil. Recuerdo un día que había jugado, corrido, saltado... Y un profesor me dijo: Péinate, pareces una bruja. Estos años me prepararon para la adolescencia más insegura y dependiente que puedas imaginar. Un sufrimiento que parecía no terminar. Hasta que descubrí el feminismo y pude dar nombre y forma a todo aquello que me oprimió. Hasta que me uní a un grupo de luchadoras que volamos a contracorriente».

Violeta i el llop, de Mònica Richart: violeta té por sovint. quan trona, quan hi ha molta gent en un lloc, quan troba moltes majúscules juntes (no li agraden gens, les majúscules, però tampoc les olors fortes, ni els texans, ni les mentides, ni que la gent es pose al mig quan fa fotografies). i té por també quan algú passa l’aspiradora, quan se li acosta un gos o una abella, quan l’han de punxar... i, així i tot, violeta és valenta, perquè viu en un món ple de trons, de gent, de majúscules, abelles, aspiradores, gossos i injeccions. i de llops. i de gent que, sense esperar-la, la descobreix. i l’estima.