Reseña: El placer, de María Hesse

María Hesse | LUMEN | septiembre 2019 | 160 págs

Delicado y visceral, como el placer que exalta: así es este libro, el más íntimo y personal de María Hesse. En él nos cuenta cómo fue su camino hacia el despertar sexual, una senda tortuosa sembrada de culpa, vergüenza y desconocimiento, que sorteó gracias a una insaciable curiosidad y al sabio ejemplo de mujeres que supieron explorar el misterio y el poder de la sensualidad, enfrentarse a los prejuicios de su época, dar un nombre a lo que carecía de él, y allanar e iluminar la ruta del placer para que otras la recorrieran más ligeras. Mujeres de carne y hueso o de ficción,

como Lilith, María Magdalena, Safo, Eve Ensler, Colette, Anaïs Nin, Simone de Beauvoir, Anne Sexton, Mata Hari, Betty Dodson, Marilyn Monroe, Erika Lust e incluso Daenerys Targaryen: gracias a ellas Hesse ha trazado un mapa del placer femenino para que ahora lo exploremos todas.

María Hesse es una de mis ilustradoras favoritas, y siempre que publica un trabajo nuevo nunca dudo en comprarlo. Leí su biografía de Bowie y me gustó mucho su forma de plasmar la vida y el imaginario del cantante a través de su particular arte.

Aquí la ilustradora nos da su experiencia sobre el sexo y el placer femenino, tan omitido y rechazado por la sociedad en general. Ha sido muy enriquecedor leer su propia historia, porque me ha resultado cercano y ha sido de mucha ayuda. Por otra parte, la autora entremezcla esas experiencias propias con figuras famosas como Simone de Beauvoir o Hedy Lamarr. Está muy bien documentado, y para eso ha incluído bibliografía, lo que hace que la lectura sea mucho más interesante y rica, ya que además la puedes complementar con libros relacionados si te interesa el tema.

Y qué decir del arte de M. Hesse. Sus libros nos introducen de pleno en un universo nuevo, donde reinan la feminidad y la naturaleza, una combinación explosiva. En esta ocasión, las serpientes están muy presentes en el relato, siendo muy protagonistas en significación. Rostros blancos, ojos grandes, pocas sombras. Es un dibujo limpio y sencillo, pero muy personal. En esta obra la autora introduce un color muy llamativo y potente visualmente: el rosa neón. La verdad es que me ha parecido todo un acierto. Tanto con la representación de la sangre menstrual como en la masturbación femenina en dibujo y texto, rompe con tabús.