Mi novio es un oso, de Pamela Ribon y Cat Farris

Pamela Ribon y Cat Farris | Fandogamia | 2019 | 176 págs | Volumen único 

Nora tiene mala suerte con los hombres. Cuando conoce a un oso (uno de verdad) durante un paseo por las colinas de Los Ángeles, ¡resulta ser el mejor compañero que ha tenido nunca! Es considerado, es dulce y cuida de ella. Pero es un oso, así que ganarse a sus amigos y familia no es fácil... y eso sin mencionar que tiene que hibernar durante el invierno.

¿Podrá el amor verdadero con todo?

Mi novio es un oso es un cómic adorable, muy sencillo y ameno de leer, pero que a su vez esconde mucho trasfondo.

Al principio puede resultar un poco raro el hecho de que una humana y un oso sean pareja, pero lo más gracioso es que después de muchos fracasos amorosos, la protagonista encuentra un amor sano y alguien que le quiere en un oso. Tiene muchos inconvenientes, claro está. Uno de ellos es la hibernación. Pero eso no impide que el oso deje de quererla o quiera dejar la relación. Nos llega desde ahí el mensaje de quien te quiere te busca, espera, comprende. También puede interpretarse esta peculiar historia de amor como una unión interracial que en su época estaba muy mal vista por la sociedad. El caso es que ni sus padres ni amigas aceptan la relación entre Nora y el oso, pero a ella no le importa lo que le digan y sigue con la relación. Los valores que por tanto transmite el cómic son: tolerancia, respeto, el saber vivir en soledad y el amor sano (y lo malo del tóxico). 

Por otra parte, el apartado artístico es desenfadado, simpático, muy colorido, al estilo cartoon y se acopla muy bien a la historia. Me ha gustado la narrativa y el uso de viñetas, sobretodo cuando muestra el proceso de hibernación del protagonista y como Nora supera esa soledad.

Es un cómic que ha disfrutado porque es muy fresco, muy agradable de leer y además te hace reflexionar y emocionar, por lo que os animo a que le deis una oportunidad.